La expansión incaica en el valle de Aconcagua, según los cronistas.
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Publicado en Marzo de 1995 en Boletín 5 de la Filial Valpso. Soc. Chlna. de Historia y Geografía.C
onquistado ya el Norte Chico hasta Coquimbo (hacia 1460?) por Topa Inca Yupanqui , los incas movilizaron mitimaes diguitas, atacameños y aimaraes qu avanzaron hacia el sur hasta el Valle de Chile o de Aconcagua.En el valle de Quillota fueron bien recibidos por los naturales, mientras éstos reunían las fuerzas necesarias para resistirles. Apenas lo consiguieron, los enfrentaron y expulsaron a los invasores.
Enterado el Inca de esta primera derrota ocurrida en Quillota, envió 100.000 guerreros dirigidos por un primo suyo a someter el Valle de Chile (Rosales I: 338). Este jefe militar fue Apocámac Inga, según Guamán Poma (:518) y Martín de Murúa (Libro 2º Cap. IV). Habría sido hijo de Pachacuti Inga Yupanqui, y le habrían acompañado varios miembros del linaje imperial reinante: Winchachire Inga, Mango Inga, Topa amaro e Inga Mayatc.
Este ejército poderoso conquistó el valle e hizo un cruel castigo con el cacique principal, que era uno solamente y con muchos de sus vasallos (Rosales). Sin embargo, los nativos prosiguieron la rebelión aunque finalmente fueron aplastados (Rosales id.).
La conquista de Quillota ( su extensión como la entendían los conquistadores hispanos, abarcaba desde la serranía que lo separaba del valle de Ligua, Llay Llay por el oriente la serranía de la Dormida y Colliguay hasta el valle de Casablanca por el sur) aseguró al Incario la posesión del Norte Chico y del valle de Aconcagua, el último transversal, con acceso a ricos minerales de cobre y oro, además de abundante mano de obra indígena. El Inca Garcilaso de la Vega afirma que la expansión hasta Aconcagua fue un proceso largo lleno de sacrificios para los Incas, que duró 6 años. El Inca debió socorrer a los suyos con guerreros de refuerzo, bastimentos, armas, vestuario, etc., llegando a tener en el Valle de Chile más de 50.000 guerreros, seguramente con sus familias (Garcilaso :447).
Oliva expresa que, para asegurar la conquista de Quillota y el Valle de Chile, Topa Inca Yupanqui debió preparar los caminos, hacer tambos, puentes, pozos, depósitos de alimentos, a fin de mantener un gran ejército en campaña. Habría preparado el traslado a Chile de un contingente inmenso de mitimaes, cercano al medio millón de personas, que poblarían el territorio, mientras la población nativa rebelde sería trasladada a otras regiones distantes del Imperio. Sin embargo, la muerte le impidió concluir tales proyectos de deportación en masa (¿ Hacia 1493?).
El sucesor, Huaina Cápac, continuó tales preparativos y se dirigió a Chile Central en persona con ese poderoso ejército, logrando el sometimiento definitivo de los valles desde Aconcagua hasta el Cachapoal (Oliva 1598).
Atribuibles a este monarca sería la serie de Pukará existentes en Aconcagua, Mapocho y Maipo; en especial Chena, Angostura y Merchacas. En cambio las construcciones de Catemu y Cerro Mauco, podrían pertenecer al último tramo del reinado de Topa Inga Yupanqui, cuando el río Aconcagua constituía la frontera austral del imperio.
La expansión hacia el sur fue continuada por Huaina Cápac, que recorrió todo el territorio anexado, especialmente Quillota, Aconcagua y Mapocho. En el Valle de Chile invistió como Curaca (su representante ) a los jefes locales Michimalonko y Tanjalonko, dejando en un segundo plano al gobernador cuzqueño Quilicanta (Sarmiento: 124). Probablemente este Inca organizó definitivamente la extracción del tributo en oro de Marga Marga, que debían enviar anualmente al Cuzco los curaca de Aconcagua, y la división del señorío político del valle en dos mitades: valle superior e inferior, quedando este último subordinado al primero.
Cieza de León (: 280), afirmaba que la visita de Huaina Cápac a Chile duró un año, consolidando la autoridad imperial. Dejó mitimaes (colonos leales al Inca) bien instalados y trasladó mucha gente de Chile a otros territorios. Ordenó que en muchos lugares se difundieran relatos orales o "memorias", seguramente con ayuda del "khipu" (memorizador de cuerdas de lana), recordando sus conquistas. J.V. Murra (1975: 114) ha encontrado en documentos de 1567, testimonios de señores Lupaca sobre el traslado de mitimaes de este grupo étnico del Collasuyo (altiplano boliviano) hacia Chile.
El ya citado Oliva recuerda que durante la administración de Huaina Cápac,
"no estaba del todo conquistado en el Reino de Chile y así para sujetarle hizo numeroso ejército que entregó para este efecto a Anamanya orejón...", es decir del linaje del Inca.
Los objetivos de la expedición de Anamanya eran pacificar el territorio y deportar a los nativos, reemplazándolos con los mitimaes que traía su ejército. Pareciera que no encontró dificultades en pacificar lo que ya se había incorporado al Imperio y pudo incorporar nuevos territorios en el área de los Promaucae.
En estos últimos lugares los habitantes se sometieron a condición de no ser desterrados. Anamanya habría regresado al Cuzco a informar al Inca de esta nueva situación que difería de las órdenes que traía. Dejó de guarnición un numeroso contingente al mando de un jefe llamado Chaco. Pero Huaina Cápac entretanto falleció en Quito (1527), mientras proyectaba un nuevo viaje a Chile,
" que le quitaba el sueño pensar que no era tan obedecido en aquel reino como quería...." (Oliva: 58)
La formación de alianzas militares entre los valles chilenos, fue la estrategia nativa para detener y/o derrotar el avance incaico hacia el sur.
En la defensa de Quillota participaron habitantes de otros valles cercanos y lejanos, y según Rosales, la derrota de los guerreros de Quillota y sus aliados fue seguida por la rendición completa de los valles de Aconcagua y Mapocho (Rosales I: 238).
La fuerte resistencia indígena nativa obligó a los incas a establecer un sistema de relaciones especiales con los sometidos de Chile, que permitiera su integración al Imperio y a las tareas expansionistas trazadas por el Inca para más al sur, en territorio Promaucae y Mapuche.
Según el etnohistoriador Osvaldo Silva, esas relaciones políticas entre los naturales y los cuzqueños se expresaron en la forma de "intercambio recíproco de favores o servicios".
Como expresión eufemística de este sistema especial de dominación o protectorado, surgieron "alianzas" entre el Inca y los jefes locales. Principal favorecido con el sistema instaurado por Huaina Cápac fue el jefe Michimalonko, llevado un tiempo cuando muy joven al Cuzco, tal vez como rehén al principio, y colocado luego como Curaca gobernante del valle de Aconcagua. La situación de privilegio alcanzada por aquel, debido a la riqueza aurífera que aportaba Marga Marga y Aconcagua, le permitiría ser invitado al Cuzco por el emperador y comer en su mesa, " cosa que con ningún otro había jamas hecho " ( Mariño de Lobera: 275).
Quillota se había convertido hasta 1536 en el centro administrativo de la provincia incaica o "Huanami" comprendida entre los ríos Choapa y Maipo, incluído en valle de Mapocho (Zapater 1981:253). Lo que siguó después, es ya bastante conocido. El estallido de la guerra civil entre Huáscar y Atahualpa hacia 1527 obligó el retiro de la principal fuerza militar incaica hacia el Cuzco, permitiendo la sublevación general entre Aconcagua y Maule. Una expedición punitiva dirigida por el primo de Huáscar es enviada, pero la frontera imperial retrocede definitivamente hacia el río Maipo (Angostura).
En Aconcagua y Mapocho se mantienen Quilicanta y Vitacura como gobernadores cuzqueños respaldados por mitimaes y jefes locales.
Tras la muerte de Atahualpa y Huáscar, llega el español Calvo de Barrientos que es bien acogido por Michimalonko que lo convierte en su jefe militar contra los cuzqueños.
Cuando llega Almagro y su hueste, Quilicanta lo recibe en Aconcagua, pero apenas el hispano se retira al Perú, Michimalonko y Tanjalonko se sublevan contra Quilicanta, que debe huir a Colina y Mapocho. Quilicanta establece entonces una alianza con el jefe de La Ligua para mantener la guerra contra Michimalonko en Aconcagua.
Cuando irrumpe la expedición de Valdivia en 1541, Quilicanta y seguidores lo reciben como amigos y aliados en el valle de Mapocho.
CRONOLOGÍA DE LA EXPANSIÓN INCAICA
1º ETAPA EXPANSIÓN INCIPIENTE [37 AÑOS] |
¿1440? 1455 1471 1477 |
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2ª ETAPA EXPANSIÓN MÁXIMA [ 26 AÑOS ] |
1477
1493 |
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3ª ETAPA CONSOLIDACION [ 34 AÑOS ] |
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4ª ETAPA DEBILITAMIENTO [ 9 AÑOS ]
5ª ETAPA DESINTEGRACIÓN [ 4 AÑOS ] |
1527
1532 1533 1536 1537
1540 |
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REFERENCIAS
CIEZA DE LEÓN, PEDRO (1533) El Señorío de los Incas. Lima 1967.
GARCILASO DE LA VEGA, El Inca. (1609) Comentarios Reales de los Incas. Lima 1966.
MARIÑO DE LOBERA, PEDRO (1595) Crónica del Reyno de Chile . Madrid 1960.
MURRA, J.V. 1975. Formaciones económicas y políticas del mundo andino. Lima.
MURÚA, MARTÍN DE . (1613) Historia general del Perú, orígen y descendencia de los Incas.
Madrid 1962.
OLIVA, ANELLO. (1598) Historia del reino y provincia del Perú, de sus Yncas reyes....Lima.1895.
POMA DE AYALA, GUAMÁN. (1670) Primer nueva corónica y buen gobierno. La Paz ,1944.
ROSALES, DIEGO (1670) Historia General del Reyno de Chile. 3 Vols. Valparaíso. 1877.
SARMIENTO DE GAMBOA, PEDRO (1572) Historia de los Incas. Bs. Aires. 1942.
SILVA, OSVALDO. ( 1977-78) Consideraciones acerca del período Inca en la cuenca de Santiago
(Chile Central). Boletín Mus. Arqueol. De La Serena 16: 211-241.
ZAPATER, HORACIO (1981) Los Incas y la conquista de Chile. En: Historia 16, Santiago de Chile.